En el transcurso de mi vida, pasando por momentos de penumbra, aprendí que el guardar emociones desagradables dolía más allá del cuerpo, estas lastiman el alma. Y que como antídoto se resolvía con la escucha atenta de un otro a cada una de mis palabras en un cálido y seguro ambiente de confidencialidad acompañado de una aceptación positiva incondicional, ahí me di cuenta que las emociones, sensaciones y sentimientos eran algo con gran poder en la vida de cada persona y dependiendo como se gestionen serán la brújula que marque la dirección de nuestra vida. Eso me llevo a prepararme de manera ética y profesional para poder acompañar en su proceso terapéutico a cualquier persona que deseé hacerlo. Estudie psicología donde aprendí de las corrientes del psicoanálisis, humanismo, conductismo y Gestalt de ahí tome la decisión en especializarme en la corriente Humanista-Gestalt donde al final puedo coincidir con el sentir de Carl G. Jung cuando dijo “Conozca todas las teorías. Domine todas las técnicas, pero al tocar un alma humana sea apenas otra alma humana.”